lunes, 11 de julio de 2011

Estoy a tres metros sobre el cielo (L)

¿Tienes miedo a las alturas? Porque yo sí, y por tu culpa ahora estoy a tres metros sobre el cielo, más, por encima de las nubes, saltando de una en una, como si de una rayuela se tratase, yendo de aquí a allá, buscándote, buscando esa mirada que me llevó tan alto, que hizo que volara, que me dio alas para ser libre, para ser feliz. Y que ahora se ha perdido entre suspiros del viento, entre las nubes blancas. Estoy a punto de caerme, de perderte, de que vuelva mi miedo, y te llamo, cariño, pero el eco me devuelve mi voz y no la tuya. Y vuelvo a resbalar, saltando de pie en pie, de esas nubes que van desapareciendo, de ese sol que se esconde, y tú que te escondes con él, sin dejarte ver. Ya no puedo avanzar más, me desespero y pruebo a volver a llamarte, pero sigue sin haber respuesta. Y mi suelo de algodón se va desvaneciendo, y yo, por última vez, me resbalo, pero esta vez, si me caigo, o casi. Por fortuna, por el destino, o porque me quieres. Por ese amor entre los dos, apareces de la nada y me agarras de la cintura. Me levantas y me estrechas contra ti. Si ya lo sabía yo, estando cerca de ti, no puedo tener miedo a las alturas.

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